A veces no basta un, “lo siento”.
Las horas pesan y me miran
reclamando que este,
es el momento.
Ni siquiera sé si procede
o el tiempo se llevó ya, el lamento.
Pero pido perdón, también
por lo mal dicho, lo que pensé
mas nunca te dije.
Por no comprender
que hasta un suspiro daña,
como máscara en el alma.
Porque pude ser mejor hija,
menos rebelde, más paciente
de eso, estoy segura.
Una madre más permisiva,
no tan estricta, debí decir
adiós a tan excesiva disciplina.
Perdonarme, pude ser una amiga
mucho más comprensiva.
La amante esperada, esa que no
confunde deseos, con sueños.
Imploraré al cielo perdón
por cada pecado cometido.
También por no cometer,
aquellos pecados, sí debidos.
Suplicaré perdón a la vida
por cada día,
que no supe entregarle
todas las ganas, la pasión y el amor
que conlleva el vivir.
Seré feliz, si todos
contemplan darme el perdón,
hijos, amigos, hermanas.
Que, con humildad, dolor y
arrepentimiento reclamo.
Debo pedirme perdón yo,
por no amarme como debí,
ni cuanto, debí amarme.
¡¿Cómo suplico perdón?!
¡Si yo no me perdono!
Perdón, porque sé que yo
volveré a errar, pero ahora
ya sabré, cómo enmendar cada fallo.
Autora: Rebeca Aracil Illán.
Twitter: Rebeca_Aracil45
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https://submarinodehojalata.com/2022/03/25/es-el-momento/
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