San La Muerte es un santo temido por muchos ya que lo relacionan a las malas acciones, pedidos de venganza y protección a los delincuentes. La imagen genera rechazo y temor por su figura esquelética, encapuchada y con una guadaña en sus manos. Sin embargo, para sus creyentes es un santo justo y bueno, que cumple milagros.
El culto a San La Muerte tiene muchos adeptos en las cárceles y se lo relaciona con casos criminales. Es el ejemplo de la imagen que lleva tatuada “Oscarcito” Ferradiz Godoy, uno de los involucrados en el robo y posterior asesinato de Maxi Aquino, el estudiante de Agronomía.
Juanita es la encargada del santuario ubicado en Empedrado, que todos los 20 de agosto convoca a miles de personas de distintos lugares del país. “Hace 101 años la imagen está en poder de mi familia y desde aquel entonces lo veneramos”, dijo.
Explicó la diferencia entre los festejos del 15 de agosto y del 20 del mismo mes y aclaró que el 15 es el día de Tránsita la Muerte y el 20 día del Señor de la Buena Muerte. “Estos santos no son para tenerle miedo, sino que se deben respetar. San La Muerte era el protector del Gaucho Antonio Gil”.
Según explicó Juanita, San La Muerte es un santo justiciero que castiga a quien debe ser castigado. “El que merece ser castigado será castigado y el que merece justicia tendrá su justicia”, añadió a este medio.